El opulento pasado de Austria como antigua cabeza de uno de los imperios más grandiosos de Europa, así como su naturaleza de cuento y sus pintorescos paisajes alpinos, no dejan indiferente a nadie. Austria es uno de esos países en los que se puede encontrar todo lo que uno desea: desde historia y cultura hasta naturaleza y relax. Este pequeño país lo tiene todo. Independientemente de si busca museos y teatros de talla mundial, delicias gastronómicas o una naturaleza impresionante, encontrará lo que busca. 

Las elegantes ciudades austriacas de Viena y Salzburgo, su patrimonio cultural e imperial, pero también la naturaleza de belleza lírica de Hallstatt e Inssbruck, así como las especialidades gastronómicas de Austria, famosas en todo el mundo, forman una mezcla única a la que mucha gente vuelve con gusto. La capital, Viena, fue hogar de la realeza de los Habsburgo, lo que influyó en la fisonomía de la ciudad, pero también en su forma de vida. El Wiener schnitzel, la tarta Sacher, el strudel de manzana y una buena taza de café en una cafetería de la ciudad reflejan el sentido del buen vivir de Austria, que también se aprecia en la tranquilidad y seguridad de sus ciudades.

En los paisajes alpinos de Austria, con estaciones de primera clase, podrá practicar senderismo en verano y esquí en invierno. Austria es realmente un hermoso país con paisajes increíbles, pueblos encantadores y ciudades vibrantes. Y, por supuesto, no hay que olvidar los mercados navideños austriacos, con sus deliciosos aromas a vino caliente, pan de jengibre y castañas asadas, que se han convertido en sinónimo de la Navidad en Austria. 

Gracias a su posición en el corazón de Europa central y a sus fronteras compartidas con ocho países -Alemania, Suiza, la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Italia y Liechtenstein-, Austria es también un excelente punto de partida para explorar otros destinos europeos populares con su pase Interrail.