Luxemburgo al descubierto: Guía Interrailer del secreto mejor guardado de Europa

Luxemburgo puede ser pequeño, pero para un interrail, ¡tiene un gran potencial! Descubra las joyas ocultas, los lugares de visita obligada y por qué el interrail en Luxemburgo es la parada definitiva para todo joven viajero.

¿Va a hacer interrail en Luxemburgo? Hablemos.

Déjame adivinar: estás en una aventura europea, con el pase Interrail en la mano, y te preguntas si merece la pena hacer una parada en Luxemburgo. Quizá hayas oído que es diminuto (pestañea y no lo verás), o quizá no tengas ni idea de lo que hay allí aparte de... ¿bancos? No tema, compañero de viaje. Puede que Luxemburgo sea uno de los países más pequeños de Europa, pero rebosa de castillos medievales, cafés peculiares, colinas onduladas y una sorprendente vida nocturna. Sí, incluso para un país en el que es posible recorrerlo entero en menos de una hora.

Desde el encanto de la vieja escuela hasta el estilo moderno, Luxemburgo es como Europa en una botella, destilada en sus mejores sabores. Así que coja su mochilaPóngase los zapatos de andar por casa y sumérjase en esta maravilla de bolsillo.

1. La ciudad de Luxemburgo, donde lo antiguo se une a lo moderno (con un poco de transporte público gratuito)

Las primeras impresiones cuentan: Ciudad de Luxemburgo

Viajar por Europa puede ser un torbellino de viajes en tren, dormitorios en albergues y esa sensación de necesitar un descanso sin renunciar a la aventura. Entre en la ciudad de Luxemburgo: la mezcla ideal de serenidad y estímulo. Aquí, las calles adoquinadas del casco antiguo (Le Chemin de la Corniche), protegido por la UNESCO, se asoman a impresionantes desfiladeros, creando uno de los paisajes urbanos más bonitos de Europa. Pasee por las Casamatas de Bock, una antigua fortaleza, y no se pierda las vistas sobre el río Alzette. Créeme, este lugar hará estallar tu Instagram.

Pero no se deje engañar por el ambiente de cuento de hadas: esta ciudad también tiene un lado moderno. El elegante distrito europeo alberga rascacielos de cristal, arte de vanguardia y, por supuesto, el principal reclamo de Luxemburgo: ser un centro bancario europeo. Pasará de lo medieval a lo futurista más rápido de lo que tarda en decir Schueberfouer (intente decirlo cinco veces rápido).

Un consejo: La ciudad se puede recorrer a pie, pero lo mejor es que el transporte público es gratuito. Así es, los trenes, autobuses y tranvías no te costarán ni un céntimo, lo cual es música para los oídos de cualquier viajero con poco presupuesto.

El Grund: El rincón hipster de Luxemburgo

Si quiere conocer el lado más cool de Luxemburgo, diríjase al Grund, un barrio bohemio situado bajo los acantilados de la ciudad. Es un pueblecito dentro de la ciudad, repleto de acogedores bares, cafés y suficientes tiendas indie como para hacerle creer que está en Berlín o Ámsterdam. Tanto si le apetece un café artesano como una pinta al atardecer junto al río, el Grund tiene un ambiente relajado perfecto para desconectar.

2. Echternach - La llamada del campo

Haz senderismo: Sendero Mullerthal

Luxemburgo no es sólo vida urbana. Si le gusta ponerse las botas de montaña y recorrer senderos, diríjase al este, a la región de Mullerthal, conocida como la "Pequeña Suiza". La ruta de Mullerthal es una de las más pintorescas de toda Europa, y le llevará por formaciones rocosas surrealistas, cascadas y bosques encantados. Es un patio de recreo para aventureros que te dejará diciendo: "Espera, ¿esto es Luxemburgo?".

Consejo para Instagramers: Eche un vistazo a la cascada de Schiessentümpel para hacer la foto perfecta de "estoy en la naturaleza".

Echternach: vibraciones medievales y procesiones danzantes

Tras conquistar los senderos, diríjase a Echternach, la ciudad más antigua de Luxemburgo. Es medieval, encantadora y tiene una peculiaridad: ¡una procesión anual de danzas! Sí, cada Martes blancoDurante la procesión, la gente baila literalmente por las calles en honor de San Willibrord, patrón de la ciudad. Pero incluso si no estás allí para la procesión, la abadía benedictina y la serena orilla del lago merecen la pena el viaje.

3. Clervaux - Castillos, cultura y una pizca de espiritualidad

¿A quién no le gusta un buen castillo mientras hace un interrail por Luxemburgo? Diríjase al norte, a Clervaux, una encantadora ciudad sacada de un libro de cuentos. En el centro se encuentra el Castillo de Clervaux, donde encontrarás una increíble exposición fotográfica llamada "La Familia del Hombre", una colección reconocida por la UNESCO que muestra la humanidad en sus múltiples formas.

Clervaux es también hogar de un sorprendente ambiente espiritual: visite la Abadía de San Mauricio para un retiro de paz. Incluso si la espiritualidad no es lo tuyo, las vistas desde esta abadía, enclavada en las montañas de las Ardenas, son más que zen.

4. Vianden - Donde pasaba el rato Victor Hugo

Hablando de castillos, si hay alguno que te tienen para ver mientras interrail alrededor de Luxemburgo, es Castillo de Vianden. Situada en lo alto de una colina, esta fortaleza data de la época romana y ha sido restaurada de forma impecable. Es sin duda uno de los castillos más pintorescos de Europa y, si le gusta la literatura, le encantará saber que nada menos que Victor Hugo pasó una temporada aquí. Sí, el Los Miserables tío. Incluso hay un museo en su honor en la ciudad.

Bonificación: Suba en el telesilla para disfrutar de unas vistas panorámicas de toda la región.

5. Esch-sur-Alzette, el corazón industrial de Luxemburgo

Si busca algo un poco más fuera de lo común, diríjase a Esch-sur-Alzette, la segunda ciudad de Luxemburgo. Conocida por su historia industrial, en la actualidad se está reinventando como centro de cultura alternativa. El barrio de Belval, antaño dominado por las fábricas de acero, es ahora una zona vibrante con galerías de arte, locales de música y bares en las azoteas.

Para los amantes de la música, Esch alberga el Rockhal, una de las mayores salas de conciertos de Luxemburgo, que atrae a grandes artistas internacionales. Así que si su aventura coincide con un concierto, ya sabe dónde ir.


Preguntas frecuentes sobre el interrail en Luxemburgo

¿Merece realmente Luxemburgo una parada para los interraileros?

Absolutamente. El pequeño tamaño de Luxemburgo lo convierte en una parada fácil y cómoda, sobre todo si viaja por Europa y busca un poco de variedad. Su mezcla de historia, naturaleza y modernidad ofrece algo para cada tipo de viajero.

¿Cuántos días debo pasar en Luxemburgo?

En dos o tres días se pueden cubrir fácilmente los principales puntos de interés, pero si le gusta el senderismo o planea explorar lugares más alejados de las rutas turísticas, quizá prefiera alargar el viaje a cinco días.

¿De verdad puedo utilizar el transporte público gratis?

Sí. A partir de 2020, Luxemburgo se convertirá en el primer país del mundo en ofrecer transporte público gratuito. Esto incluye todos los autobuses, trenes y tranvías del país. Así que adelante, ¡sube y baja cuando quieras!

¿Cuál es la mejor época para visitar Luxemburgo?

La primavera (de abril a junio) y el otoño (de septiembre a octubre) son ideales para disfrutar de un clima suave y menos aglomeraciones. El verano puede ser un poco ajetreado, pero eso solo significa que hay más viajeros que conocer.


Conclusión: Luxemburgo es pequeño, pero poderoso

En el mundo del interrail por Europa, Luxemburgo pasa a menudo desapercibido. Pero déjeme decirle que no debería. Desde sus asombrosos castillos hasta su animada cultura de los cafés, este pequeño país tiene muchas sorpresas. Tanto si eres un aficionado a la historia, un amante de la naturaleza o alguien que simplemente busca un lugar tranquilo para recargar pilas (sin dejar de sentir que estás en una aventura), Luxemburgo tiene algo para ti.

Así que, la próxima vez que Cómo planificar su viaje en tren por Europano pase por alto esta pequeña joya. Créame, se arrepentirá si lo hace. ¿Y con transporte público gratuito? Prácticamente te pide a gritos que la explores.

¡Felices viajes, interrailers!