Situada en la costa sur de Noruega, Oslo es conocida por sus bellos paisajes, su delicioso marisco y sus museos. Rodeada por el mar noruego y 290 montañas, esta vibrante ciudad es ideal para una escapada de fin de semana. 

Sin embargo, la belleza natural de Oslo no es la única razón por la que más de 5 millones de turistas la visitan cada año. La ciudad, una metrópolis urbana en crecimiento, cuenta con numerosos e increíbles lugares de interés. Por ejemplo, el Palacio Real. Construido a principios del siglo XIX, fue residencia del rey Carlos III, rey de Noruega y Suecia. Rodeado de jardines, los turistas pueden realizar visitas guiadas por el palacio durante todo el verano. 

También se puede explorar la arquitectura moderna. Bjorvika es un barrio situado entre Akershus y Gamlebyen, en el distrito de Sentrum. En esta zona contemporánea se encuentra el Ópera y Ballet Nacionales de Noruega. Espectacular muestra de diseño actual, este encantador edificio fue diseñado por los renombrados arquitectos noruegos Snohetta. 

Sin embargo, si busca una atracción un poco diferente, la Museo Folclórico de Noruega merece una visita. Es un museo al aire libre con 160 edificios diferentes, entre ellos una iglesia y una granja. Abarca más de 500 años de cultura noruega y te transporta a una época más sencilla con actividades artesanales y disfraces.

Oslo es también un lugar popular para visitar debido a su estimulante vida nocturna. Un barrio, en particular, conocido por este motivo es Møllegata. Con docenas de locales nocturnos de moda, desde sus bares de vinos a los DJ locales, esta zona es perfecta para quienes buscan soltarse la melena durante su viaje. 

Como ya se ha dicho, Oslo también es famosa por su deliciosa comida. Conocida como la capital culinaria por su decadente escena gastronómica, la ciudad está repleta de restaurantes y locales donde elegir. Incluso tiene un restaurante con tres estrellas Michelin (Maaemo), que es el más septentrional del mundo en su género. 

Uno de los lugares más queridos para comer es el Mathallen (mercado de alimentos). Se trata de un mercado cubierto en el que hay 23 restaurantes y 7 bares de productores noruegos. Esta fusión de delicias culinarias, que ofrece tanto comida tradicional noruega como cocina internacional, se ha popularizado rápidamente en Oslo.  

Junto al mercado cubierto, otro lugar fabuloso para comer en la ciudad es Restaurante Einer. Es un restaurante escandinavo, acogedor y elegante. El lugar perfecto para comer algo después de explorar la ciudad. Ofrece cocina cálida, como tarta de patata con eglefino ahumado, rape con tuétano óseo y sopa de temporada.