Visitar Belgrado, la capital de Serbia, es una experiencia envolvente que combina riqueza histórica y vitalidad moderna. Conocida por su animado ambiente y su variada escena cultural, Belgrado se encuentra en la confluencia de los ríos Danubio y Sava. La historia de la ciudad se remonta a más de dos milenios, con testimonios de influencias romanas, bizantinas, otomanas y austrohúngaras visibles en su arquitectura y cultura.

El corazón histórico de Belgrado, la fortaleza de Kalemegdan, ofrece vistas panorámicas de los ríos y es un testimonio de la importancia estratégica de la ciudad a lo largo de los siglos. Cerca de allí, la animada calle Knez Mihailova está repleta de tiendas, cafés y galerías, lo que la convierte en un lugar popular tanto para los lugareños como para los turistas.

El templo de San Sava, una de las mayores iglesias ortodoxas del mundo, es una maravilla arquitectónica y un símbolo del patrimonio serbio. Para los interesados en la cultura contemporánea, el distrito de Savamala es un centro de arte, vida nocturna y restaurantes, reflejo del espíritu creativo de la ciudad.

La vida nocturna de Belgrado es legendaria, con un abanico de opciones que van desde clubes fluviales flotantes, conocidos como splavovi, hasta íntimos bares de jazz y vibrantes discotecas. La gastronomía de la ciudad es un viaje lleno de sabor, con platos tradicionales como el ćevapi y modernas creaciones de fusión.

La amabilidad de sus gentes, la riqueza de su historia y el dinamismo de su escena cultural hacen de Belgrado un destino obligado en los Balcanes.