A pesar de su pequeño tamaño, Bélgica es de gran relevancia para la historia mundial y para la Europa actual, ya que es la sede de la propia Unión Europea, así como cuartel general de la OTAN. Este próspero país es conocido por sus ciudades medievales y su arquitectura renacentista. Tiene más de 3.000 castillos que explorar, campos de batalla de las Guerras Mundiales, lugares históricos, parques y todos los museos imaginables. 

Bélgica también está llena de placeres gastronómicos: desde el famoso chocolate belga y los gofres hasta las 1.000 cervecerías donde disfrutar de cerveza fría y patatas fritas. Los cerveceros belgas fueron algunos de los pioneros del proceso perfecto de elaboración de la cerveza, y sin duda saben cómo hacer una cerveza fuerte.

Bélgica es el país del mundo con más castillos por kilómetro cuadrado, así que no se los pierda. El Castillo de Bouillon, en las Ardenas, es uno de los más interesantes, ya que fue construido en el siglo XI. Beersel, del siglo XIV, y Gravensteen, del siglo XII, son sólo algunos de los castillos de visita obligada. 

La batalla de Waterloo tuvo lugar en 1815 y en el lugar de la famosa batalla hay un monumento conmemorativo en forma de estatua de un león que mira hacia Francia: La Butte du Lion. La Catedral de Nuestra Señora de Tournai, del siglo XII y de 83 metros de altura, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una visita obligada en Bruselas son las estatuas Manneken Pis y Jeanneken Pis. Al sureste de Bruselas se encuentra el Parque del Cincuentenario, que alberga el Museo del Ejército, el Museo del Mundo del Automóvil, un museo de arte, jardines y mucho más. Cuando esté en Brujas, haga el mágico recorrido por los canales que le permitirá descubrir los jardines secretos, los pintorescos puentes y los edificios medievales. Amberes es un excelente lugar para ir de compras y disfrutar de la gastronomía, y alberga las obras de Ruben en el Museo Real de Bellas Artes.